Pensé que había borrado el historial de tu computador, pero uno sabe que siempre queda todo registrado en alguna parte. Comprobé que hoy me visitaste tres veces, a las 6 de la mañana, al mediodía y en la tarde, después de las ocho. Eres el único que usa mozilla (sólo mozilla, ni siquiera firefox), windows 98 y cuyo proveedor es fibertel.
Tienes razón.
De otra forma no te hubieras enterado de la verdad, aunque la intuyeras, pero ¿era necesario espiarme por acá? ¿era necesario enterarse de los detalles de algo que ya sabías?
Hay personas a las que nunca les hubiera mencionado la existencia de este diario virtual y público y, entre ellas, estabas tú y él porque, justamente, estaba en el límite peligroso de lo íntimo que se hace público, pero sólo para aquellos a quienes no afecta en nada, salvo leer unas pavadas de vez en cuando, que quizás les hace sentir que hojean la vida secreta que todos tenemos, anotada en una libreta o ahogada en los pensamientos que nunca afloran.
No debiste. Caiste en la tentación, que ya mencionabas en tu bitácora, de SABERLO TODO.
Ahora entiendo que no me hayas pedido una explicación a mis breves palabras de hoy... ¡si ya te habías enterado de todo!
Lo siento.
Y no puedo dejar de ver ahora la autopista rumbo al Tigre con la Fabi de fondo cantando nada es para siempre... Ya lo sabías entonces ¿no es cierto?
06 noviembre 2005
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