29 marzo 2006

Interrogatorio Nº 5

- Volvamos sobre el tema de los posibles cómplices. ¿Con quién se encontraba la semana del 13 al 18 de mayo, cuando fue levantado el piso?

- Con mi marido.

- ¿Cuál de los dos?

- ¿Cómo cuál de los dos?

- Cito:

"Lo que yo necesito son dos maridos, uno más cerca que el otro, pero ambos fuera de mi casa. Sucede que el primero tiene tendencia al mal trato, aún deseando lo contrario, pero posee los ingresos necesarios para, en su constante plan de conquista, sostener a mi familia, los colegios de los niños, las comidas fuera de casa, el cine, el teatro, los arreglos de la casa, de manera que puedo trabajar sin presiones y educar a mis criaturas. Parece ideal, salvo la tendencia que mencioné más arriba. En cuanto se siente seguro de que su conquista está siendo existosa, comienza con pequeños comentarios como el siguiente:

- Oye, F...ita, ¿por qué note sacas los bigotes?

Una vez acomodado en mi cama, ya no tendría pudor de decirme, como cierta vez lo hizo:

- ¡Cómo vas a subir ese cerro si pareces una vaca!

Por el contrario, el segundo, que está aún más lejos, cuyos viajes se hacen cada vez espaciados, tiene la virtud de tratarme, siempre, como si fuera la mujer más hermosa y deseable que se le ha cruzado en la vida. Y si yo llegara a mencionarle mi bigote, me diría:

- Eres tan hermosa que nada te puede opacar.

Tiene la edad y la paciencia para pasarse horas peinándome y acariciándome... en definitiva, cualquier cosa que necesite o le pida, le parece poco para complacerme.

He llegado a combinar perfectamente las estadías de ambos en mi casa y, como se ve, a estas alturas, me sería imposible vivir sin alguno de ellos. Una semana el primero, otra semana el segundo, otra sola y la última sigue siendo un resabio de los espacios que abrió un desgraciado que prefiero no mencionar"

- Yo jamás he dicho eso, señor.

- ¿Está segura?

- Segura de que no he dicho nada semejante.

- Puede ser que no lo haya dicho, pero no puede negar que acaba de escribirlo en su blog.

- ...

- De manera que ¿con quién se encontraba la semana del 13 al 18 de mayo?

- Con mi marido número dos.

- ¿Puede ser más precisa?

- Con Paolo de la Villa Códice.

- Entiendo, según su escrito, que el señor Paolo de la Villa Códice no vive en esta ciudad.

- No, señor. Vive en Buenos Aires.

- ¿Qué hacía el señor Paolo de la Villa Códice en su casa durante la semana del 13 al 18 de mayo?

- Vino con el objetivo de terminar la remodelación de la casa, particularmente la cocina.

- ¿A levantar el piso de la cocina?

- Entre otras cosas.

- ¿Estaba el señor Paolo de la Villa Códice el día que usted efectuó el llamado urgente al hombre en cuestión?

- No.

- ¿Se fue sin terminar la remodelacióny sin encementar el piso?

- Sí.

- ¿Por qué? ¿No debería haber terminado lo que había empezado?

- En fin... le tocaba venir a mi marido número uno.

- ¿Y usted efectuó el llamado entre ambas visitas?

- Efectivamente.

- Por lo que podemos suponer que su marido número uno le ayudó a encementar, con urgencia, el piso de la cocina después de la visita del que, también podemos suponer, usted llama "un desgraciado" en su post.

- Ajá.

- ¿Perdón? ¿Puede responder con claridad a la pregunta que le acabo de hacer?

- Sí.

- Sí ¿qué?

- Sí, señor.

- Sí, señor ¿qué?

- Sí, señor: mi marido número uno me compró los materiales para encementar el piso de la cocina, pero el trabajo lo hice yo sola.