21 noviembre 2005

Se me escapa de las manos



Se me escapan de las manos las palabras, el barro de la lengua, otras manos pequeñas, la boca que tengo a mi alcance, los ojos abiertos, se me escapan de las manos la pena y las ideas, como si fuéramos los que vamos nadando en ese río, entre las islas, como si fuéramos peces que nadie pesca, si saltáramos y alcanzáramos el pubis deseado o el brillo de una mirada cierta, se me escapa de las manos María.

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