Todos nos hicimos los dormidos esta mañana, menos la gata que moría de hambre. Fernando la hacía callar para que no me despertara y yo fingía que no escuchaba nada mientras miraba la hora. Paz cantaba en su dormitorio. Más tarde contamos la monedas que nos quedaban, pasamos por la Plaza Brasil y compramos comida para la gata. No hay trabajo, pero hay tiempo, sin duda. Mañana nos vamos a Isla Negra con Pablo.
- ¿Qué hace Fernando en la casa?- preguntó mi madre que no puede dejar su rol de madre.
- Y nada... tuvimos que optar entre comprarle comida a la Pandora o pagar el pasaje al colegio. El sentido humanitario nos indicó lo primero.
Ya no pensamos nada más que estar en esas cabañas en medio de los eucaliptus mirando el mar, de manera que, queridos cinco fieles lectores de mi blog, estaré ausente por varios días en que no pienso aparecerme por un cibercafé. Entre tanto les pregunto qué les parece:
¿Le doy un giro más literario y menos autoreferente a esta bitácora o lo mantengo en su tipo diario personal?
Ahora, una vez más, me voy a tomar un café con aspirinas.
(¡Ah! Y perdí el cargador de mi cámara fotográfica, por lo que no he podido inmortalizar, aún más, a María Alas desarmada e inconclusa en su caja).
30 noviembre 2005
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7 comentarios:
Me imagino que estoy entre los cinco lectores así que voto por: Diario personal.
Que lo pases bien en la playa y que descanses de María Alas y de todo.
Besos
Bueno, yo creo que debo ser el sexto puesto que es la primera vez que llegué a este blog pero me gustó el estilo "diario personal". No lo cambie por favor.
Páselo bien en la playa y cuando vuelva, si tiene un ratín, visite nuestro blog en www.husartiburcio.tk es completamente diferente pero agradeceríamos dejara sus comentarios.
Saludos
Colectivo "Tiburcio Fernández Álvarez"
NOSOTROS NO CAPITULAMOS
Creo que se pueden mezclar las dos cosas, darle el giro literario con ese "sustrato" personal...
Saludos
D.
déjalo tal cual
No veo por que un diario íntimo podría contradecirse con lo literario. Sigo esta bitácora desde hace tiempo, me la topé cuando hice una investigación personal e íntima de blogs, incluso armé uno, pero dejé el mío y casi todos los demás, menos el suyo y un par más que me parecieron excelentes, como lectura, porque para mera información de vidas ajenas hay tantas otras vías, el ducto de ventilación de mi baño trae noticias de los vecinos de arriba por ejemplo (es muy fome).
Un diario íntimo puede ser tan literario como un libro de poemas o una novela de ciencia ficción, eso depende de cómo se use el lenguaje y usted lo usa muy bien, (siento que estoy diciendo obviedades) y si en su bitácora personal no hay intenciones literarias quizás el lenguaje (¿o la literatura?) la utiliza a usted, canalizándose ágil y elegantemente a través de ella (ahora siento que me puse grupienta), que quiere que le diga, es rabiosa, tierna, franca y entretenida, su uso de la lógica es muy generoso (¿suena raro eso?, es que las personas que se comunican con lógica me parecen generosas, preocupadas por el otro), para mi es literaria, pero si debo responder al llamado que hizo a sus lectores, yo le diría que mezcle no más, como creo que ha hecho hasta ahora. ¿ha leído libros de almohada de cortesanas japonesas?. Cero intención de hacer literatura, lenguaje muy puro, tesoros para lectores voyeristas como yo (¿no es medio parecido lector y voyeur?).
PD: Perdóneme por la demora en mi respuesta, pero una mezcla entre fin de cesantía y pudor por parecer (¿o ser?) muy fisgona me lo impedían, ni siquiera sé si quiere mantener su blog en privado.
Su lectora.
M. L.
Bueno, está claro.
Gracias por los comentarios M.L.
a mí, más que tus textos que recogen las experiencias cotidianas, me gustan los que van tejiendo una memoria autobiográfica. eso hasta ahora, pero me falta por leer.
también estoy de acuerdo con ML: tanto los diarios como las memorias y las cartas han sido menospreciados por los literatos, por los dueños del canon, calificándolos como géneros menores. pero ciertas escuelas teóricas, feministas principalmente, los han valorado en su potencial literario.
a mí, como lectora, me provocan fascinación.
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