Una plaza grande con una suerte de montaña rusa para skaters. Fernando está adentro. Paz intenta subirse, pero logro bajarla. Luego se duerme en el pasto. Entonces lo veo y grito su nombre. Corre temiendo que le haya sucedido algo y la toma en brazos.
- Vamos a tu casa?- le propongo.
- No.
- Por qué no?
- No te amo.
- Pero al menos te excitaré.
- No... no me produces nada.
Giro y miro la plaza, que me parece más grande. Los dos niños se han marchado con sus respectivos padres. No veo. Pienso a dónde iré ahora.
Nada, nada es suficientemente lejos.
03 noviembre 2005
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