17 noviembre 2005

María Alas: segunda etapa



María Alas eres tú, María, soy yo y es ella.

¿Ves? De a poco va adquiriendo forma.

Una vez que tenga el rostro, creo que será imposible separarla de su personalidad, pero eso ni yo lo sé, hay mucho de azar en el proceso (y también mucho de lo que voy pensando cuando la tengo entre mis manos, pienso en ti, pienso en ella, en los objetos, me la imagino bailando, que la tomo de las manos en la oscuridad y que su traje brilla, que baila, que me obliga a bailar y a ti exponerte en la penumbra abriendo cajas)

Y a ella ¿la sacaremos de una caja?

1 comentario:

María José Ferrada dijo...

Ideas para nuestro circo (esta vez: restos y una muñeca con alas).

Podría ser una buena idea sacarla de una caja. Eso va a acercarnos a la idea de muñeca. Me imagino que no queremos lograr algo que se acerque a un humano, una imitación de niña, sino que una muñeca viva. No se si me entiendes.
Creo que seria bueno darle vuelta a la idea de los muñecos, como símbolo digo.
Me acuerdo que una bailarina de butoh me dijo que para poder hacer los movimientos tienes que lograr sentir que te mueve un titiritero. Cuando me lo dijo me pareció una imagen muy bella. En el butoh sonhilos los que te mueven. En el caso de nuestra muñeca serán tus brazos.
Ahí esta de nuevo la idea del muñeco. María Alas no decide bailar. Pero baila.