Al anochecer suelo pensar en la muerte, cómo voy envejeciendo y acercando mis pies a la tumba sin saber qué es lo que he hecho y cómo he vivido. También pienso en las soluciones a problemas muy prácticos, que son los más, el almuerzo del día siguiente, la pintura pendiente, el trozo de madera que falta para terminar la puerta, los textos para el libro, toda una variada gama de tareas pendientes que ocupan el día sin pensar en el mañana. Tal cual. O recuerdo algún amante, la figura de S. de pie masturbándose, Nir en la escalera mientras me desmayo, el Negro persiguiéndome, imágenes por el estilo.
Pablo, a mi lado en la cama, me pregunta:
- ¿Qué quieres?
- No sé. Nada. No quiero nada.
Se desilusiona. Sé que espera que le diga que deseo vivir una vida entera con él, en Buenos Aires, en Santiago, en Valparaíso, como cuando me gustaba soñar en voz alta que nos íbamos a Colonia de Sacramento. Me corrijo:
-Es decir, lo que quisiera no es lo que quiero.
- ¿Y cuál es la diferencia?
- Que lo quiero es aquello que estoy segura que puedo materializar, como reformar la cocina del primer piso, pero lo que quisiera es todo lo demás, todo aquello que me gustaría que sucediera, pero que es poco probable que ocurra, como que desaparezca S. de mi vida o que pudiese vivir una vida nueva y reluciente contigo.
- Tal vez es poco probable, pero posible.
- Ahora yo no sé cuál es la diferencia.
- No importa. Sé que lo sabes.
Más tarde no podemos hacer el amor. Pablo piensa en lo que no dije y se entristece. Lo acaricio y le propongo:
- ¿Te parece que mañana hagamos una cena de despedida en la terraza y olvidemos estos temas?
- Sí, claro, me encantaría.
Apago las velas antes de dormir. Todavía me queda tiempo para pensar que una fotografía en un marco rojo mandarín se vería muy bien en el nuevo ventanal blanco que estamos arreglando. Dos fotografías, en realidad, una de la Paz y otra de Fernando. Y un futón... y un macetero cuadrado y blanco con un ficus... y una alfombra...
04 marzo 2006
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1 comentario:
Escritura bellísima. ¿Qué es la relación en una pareja? ¿Acaso un resplandor apenas...?
Un abrazo.
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