26 febrero 2006

Trizas

Sucedió así:

S. viene a nuestro último encuentro donde yo pretendo rechazar su propuesta de matrimonio sin entar en explicaciones que, creo, es incapaz de comprender ahora (es decir, ni siquiera de querer escuchar). Es ese día en que me ofrece sexo, drogas y placer y en que trata de convencerme de consumir cocaína. A los dos días se va a Valdivia con una amiga (mientras me decía que los engaños se debían acabar, intentaba engañarme diciendo que esta amiga era la novia de otro). No sólo en el blog me dijeron que debía dejarlo, muchas otra voces me decían lo mismo, incluso una interior mía. Ya ni siquiera se trataba de un problema de "amor". S., entre otra cosas, me dijo que mi accidente era un castigo divino por quitarle la posibilidad de llevar a su hija en bicicleta. No pude negar que en esa expresión, la de "castigo divino", había un horroroso placer de su parte. Por otro lado, que la imagen quese había construido sobre mi era totalmente equivocada y servicial a sus propósitos (en el convencimiento de que soy una mujer sexualmente insaciable, me ofreció el pene de sus amigos, los labios de sus amigas, sin nunca querer escuchar mis verdaderso anhelos).

Así que llamó Pablo de Buenos Aires y le dije que sí, que lo esperaba... Y vino, nos fuimos unos días a la cordillera con los niños. Son aquellos días felices, pero tristes, pero felices, pero tristes...

Y S. llamó varios días y una mañana contesté.

- Mi amor, te quiero ver inmediatamente, quiero hacer el amor contigo ahora...- me dijo.
- No puedo, la verdad es que en este momento estoy con mi novio argentino.

En ese momento me amenazó que estaba muy jalado, que seguiría drogándose hasta matarse, o matar a Pablo, me dijo (otra vez) que era una puta que "chupaba el pico" por plata, que me odiaría toda la vida, que jamás me perdonaría, que me amaba y que yo no era más que una puta. No le dije nada. Llamó varias veces en el día, completamente drogado, hasta que desesperado se fue a la casa de sus padres.

Hablé con la madre por asuntos prácticos, como los días y horarios de visitas de la Paz.

Sin embargo, a pesar de la felicidad, de la tranquilidad que me da Pablo, la que siempre me ha dado, no pude dejar de pensar en S. Ciertamente hubiese corrido a abrazarlo y hacer el amor con él si de algo hubiera servido.

Hoy fui a dejar a la Paz a la casa de sus abuelos en la mañana, temprano. S, salió a recibirla. No me miró, no me saludó, no me habló y me cerró la reja en las narices a modo de despedida. Me quedé mirándolo cómo entraba en la casa y me fui.

Sentí rabia, aunque sabía que no debía sentirla. Después quise llorar. Luego, otra vez, deseé escapar lejos, muy lejos y, finalmente, vi cómo, a pesar de todo, la vida se hace trizas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se hace trizas la vida que llevas, aferrada a un adicto que no está con capacidades más que para pensar en el minuto.

Qué tipo de amor puede tener ese personaje contigo, si te trata como lo peor, si no es capáz de ver lo que habita dentro de ti.

Sabes?, creo que a este fulano lo que le pasa es que está muy seguro de ti, además de ser limítrofe.

Hazlo por tus hijos, sácatelo de la mente de una buena vez... ahora!

O piensas ser la puta, la "chupapicos" toda la vida?


Dime si quieres te mire el Tarot, y si es así, qué quieres saber... y te lo diremos ;)

Un abracito.

Gavi.

Fernanda dijo...

Gavi, me vería el Tarot si supiera qué preguntar, tal como cuando me preguntan qué quiero, nunca lo sé, aunque si sé lo que quisiera.

¿O me dará miedo?